Esta tecnología está creciendo día a día, y es aplicable a las especialidades médicas gracias a las bondades que nos brinda Internet2. La Telemedicina es definida como la utilización de tecnologías de comunicación e información para proveer asistencia y educación médica a distancia. La esencia de esta tecnología es el intercambio de información a distancia, la misma puede ser voz, imágenes estáticas, vídeo, datos de registros médicos o inclusive comandos a un robot quirúrgico.
Da paso al desarrollo de nuevas tecnologías en las áreas de comunicaciones y computación, tales como; transmisión de datos e imágenes de alta calidad a una mayor velocidad, técnicas de compresión irreversibles de imágenes más eficientes y técnicas de adquisición directa de imágenes digitales, han permitido un gran avance en esta nueva área de la medicina.
La telemedicina es predominantemente vista como una manera de resolver problemas como: insuficiencia de especialistas, escasez y centralización de recursos, centros de salud rurales con servicios médicos limitados y dificultades geográficas de comunicación; de esta manera logrando el objetivo de proveer igualdad en servicios de salud, sin importar la localización geográfica.
Se están incrementando las necesidades de intercambiar información entre distintas instituciones médicas, adicionalmente existe una creciente necesidad de crear y administrar grandes bases de datos que incluyan historias médicas, registros de señales e imágenes y otros datos que puedan ser procesados para generar estadísticas, reportes de diagnósticos y tratamientos.
Otro de los aspectos muy interesantes de la telemedicina, radica en la obtención de una "segunda opinión" a cargo de un experto en una materia concreta. En tal sentido, la medicina rural, la medicina deportiva, la medicina de emergencia (catástrofes, terremotos, inundaciones, etc.) o simplemente la medicina habitual que requiere de expertos en casos concretos, están encontrando a través de este sistema, una excelente vía de comunicación y trabajo en equipo.
El desarrollo de tecnologías en las áreas de computación y comunicaciones ha proporcionado los medios para el impulso del desarrollo de la telemedicina como herramienta de consulta y diagnóstico a distancia.
Casi todas las especialidades médicas pueden ser practicadas a través de la telemedicina. La mayoría de las aplicaciones médicas se concentran en áreas en la cual hay una escasez de expertos en comunidades rurales, ejemplos incluyen radiología, patología, dermatología, ultrasonografía y cardiología.
Componentes de un sistema de Telemedicina:
Una característica clave de los sistemas de telemedicina, la cual los distingue de los sistemas de videoconferencia, es el uso de dispositivos periféricos. Estos permiten una mejor aproximación a la evaluación física en sitio, e incluyen versiones electrónicas estándares de herramientas de evaluación médica tales como: estetoscopios, oftalmoscopios y otoscopios. Además se implementan equipos casi exclusivamente electrónicos como cámaras de acercamiento, dermascopios y microscopios. Existe una gran variedad de dispositivos electrónicos específicos para cada una de las especialidades médicas.
Un sistema de telemedicina requiere de conexiones remotas, usualmente es a través de ISDN. Las señales de vídeo son suministradas por una cámara de vídeo de alta resolución, la imagen analógica es digitalizada, usando un convertidor analógico digital, después la imagen resultante es comprimida. La compresión de la imagen es hecha por un CODEC (Compresor – Decompresor). La manipulación de imágenes y la teleconferencia es controlada por un sistema de computación.
El control directo de dispositivos remotos tales como un microscopio, endoscopio u otro instrumento operativo pueden ser implementados, requiriendo un ancho de banda elevado y sofisticadas interfaces con el usuario porque la señal de control deberá estar sincronizada con la realimentación visual desde el dispositivo.
La Telemedicina en la Radiología:
Un sistema de teleradiología consiste de una sección de adquisición de imágenes y una sección de despliegue de imágenes e interpretación, conectadas a través de un sistema de comunicaciones.
Las imágenes de los pacientes son codificadas electrónicamente en un formato digital en la sección de adquisición de imágenes, luego son enviadas a través del sistema de comunicaciones y recibidas, vistas y posiblemente almacenadas en la sección de despliegue de imágenes.
Adquisición de Imágenes: Es comúnmente ejecutada por un digitalizador de imagen, el cual convierte la radiografía convencional a formato digital para la transmisión sobre la red. Hay dos categorías generales de digitalizadores de imagen: digitalizadores lasers y digitalizadores CCD (Charged Couple Devices).
Despliegue de Imágenes: Los monitores de despliegue son cruciales para la teleradiología, los cuales están signados a desplegar imágenes idénticas a aquellas disponibles en la radiología convencional. Un punto importante a tomar en cuenta es la fidelidad de la imagen, la cual es medida por parámetros como: luminancia, rango dinámico, distorsión, resolución y ruido. En términos del rendimiento de la escala de grises y el realce del contraste, las variaciones en la intensidad de cada pixel en la imagen almacenada pueden ser representadas preferiblemente con 10 bits resultando 1024 niveles de intensidad.
Transmisión de Imágenes: La escogencia del medio de telecomunicación para los sistemas de teleradiología se basa en un compromiso entre ancho de banda y gasto, para lograr la calidad de servicio deseada. Los principales aspectos a ser tomados en cuenta para la solución de telecomunicaciones para esta aplicación se basan en: el número de casos a ser enviados, tamaño promedio de los archivos y picos de la actividad.
Compresión de Imágenes: Muchos sistemas de teleradiología incluyen facilidades para la compresión de imágenes, para así obtener tasas de transmisión compatibles con un servicio de teleconsulta eficiente y reducir los requerimientos de almacenamiento. La ventaja de la compresión sin pérdidas es que la imagen original puede ser recuperada, asegurando de esta manera que no hay pérdida de información importante para realizar el diagnóstico al paciente.
El algoritmo más ampliamente usado hoy día, para la compresión de imágenes con pérdidas es el estándar JPEG, el cual no fue originalmente creado para aplicaciones médicas. Sin embargo, recientes extensiones de JPEG han logrado resultados satisfactorios en la compresión de imágenes radiográficas.
La tendencia:
El desarrollo de tecnologías más eficientes en las áreas de comunicación y computación disipará las principales preocupaciones en cuanto a la seguridad, eficacia y confiabilidad de los sistemas de telemedicina, aunado a esto la rápida caída de los precios en los equipos de computación significará que los proyectos de telemedicina serán más fáciles de iniciar.
En general, la telemedicina surge como una manera de combatir los problemas de escasez de recursos médicos y de acceso a los servicios médicos en localidades ubicadas geográficamente alejadas de los servicios de salud.